sábado, marzo 24, 2007

Juan Prado Salazar

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Al hablar de mis hermanos debo ser cuidadoso, ya que son mis hermanos y después tendré que verlos a la cara.

Al primero que le toca es a Juan Prado, mi hermano mayor. Nació en 1969 y quizá el más normal de todos nosotros. Fue al Liceo de Coronel (igual como Marco y yo), y como Marco no terminó normalmente sus estudios y finalizó la enseñanza media en la escuela nocturna. Trabajó en varias cosas, como todos nosotros trabajó en la feria, luego un año como pescador en Coronel y otro más en lo mismo pero en la ciudad de Lebu. Ese debe ser lejos el trabajo más intranquilizador que ha hecho mi hermano. Una vez quedó varado en una lancha, enfermo y con marejadas.
A principios de los ochentas se instalaron varias industrias pesqueras y Juan obtuvo una plaza en una de estas pesqueras. Un tiempo después se casó con su actual señora Rita con la que ha tenido tres hijos (Franco, Sebastián y Braulio). Su matrimonio fue bastante accidentado, casi deja plantada a su señora en el altar, ya que Cristian (otro de mis hermanos, hijo de mi mamá) que lo llevaba a la iglesia quedo en panne y...bueno la novia tuvo que darse 100 vueltas para no llegar primero.
Luego vino una época de decadencia de las pesqueras, en ese tiempo con la indemnización por años de servicio Juan se compró un colectivo, hasta que fue recontratado por otra pesquera. Por un tiempo trabajó en dos cosas, pesquera y colectivo, pero afortunadamente dejó de hacerlo.
Actualmente trabaja en una pesquera y su suegro que es pastor le ha cedido a él y su señora un terreno en el campo en el que plantarán pinos.
Juan es evangélico practicante y tiene un cargo directivo en la comunidad en que participa. Yo tuve bastante ayuda de él en varios periodos de mi vida, en especial en la enseñanza media donde viví por varios períodos. Juan es correcto y trabajador, ha hecho varios cursos de especialización que le han permitido siempre disponer de trabajo.
Como ven se trata de una vida muy normal, pero en los ochentas tuvo su etapa de lucha en la campaña del no, donde fue muy activo en marchas y comités. Recuerdo que hasta se infiltró en una cena de apoyo a un ex alcalde nombrado por Pinochet, para espiar e informar. Salía a pintar de noche, negocio bastante arriesgado en ese entonces, y era parte de una especie de comando juvenil que se reunía en las noches en mi casa y salían a pintar por las noches.
Como ven Juan es un héroe anónimo como muchos de esa época, algunos terminaron en cómodos sillones, otros continúan trabajando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tal vez si ahora estuviera en un cómodo sillón no lo respetarías tanto como lo haces.....