Como decía desde pequeño viví con la presencia de la mina sobre Coronel y Lota, mi abuelo Rodolfo (de quien ya he hablado), fue minero primero en Curanilahue y luego en Coronel. Mis tíos y mis primos entraron de jóvenes también a la mina.
De las historias de mi familia, es difícil escoger, casi todas las noches se contaba que algo pasaba en la mina, por ejemplo que los ratones corrían y detrás de ellos tenían que correr los mineros arrancando del gas grisú. Que algún tonto había colocado mal una carga de dinamita y había herido a alguien. En Coronel oía siempre la historia del mineral "El Tesoro", la veta de carbón más pura y rica de toda la mina, pero que no se podía explotar, porque estaba bajo una falla geológica y era imposible afirmar las galerías, siempre se filtraba y habían derrumbes. Según uno de mis once medio hermanos, José Miguel, uno de los últimos mineros, esto se debía a que pasaba bajo un río, una mina podía ir bajo el mar (de hecho por ahí va el pique de Coronel, después de bajar
Pero quizá una de las historias que me quedó grabada fue una que leí en un viejo diario, que estaba en la biblioteca municipal y que usamos para una obra de teatro, en que yo actuaba de un viejo guía que se sabía las historias locales. En ese diario leí de "El niño Nieves Velásquez", que por los años 30 del siglo pasado, con algo más de 12 años, trabajaba en la mina de Coronel, de aguador, allí un día iba bajando, él y otros tres compañeros eran los primeros que llegaban a ese turno, de repente se dieron cuenta de que la galería se derrumbaba, a
viernes, marzo 03, 2006
ABUELO, TIOS Y PRIMOS MANCHADOS DE NEGRO
Publicado por RDaneel en 1:58 p. m. 2 comentarios
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